
Uno de los grandes obstáculos para la implementación de las tecnologías de la información ha sido el argumento recurrente de los altos costos por concepto de licencias de software.
Esto podría cambiar de manera sustancial, si quienes desarrollan software libre y quienes hacen uso de esas aplicaciones logran conciliar sus diferencias.
Pero, ¿puede el software libre reemplazar a sus pares comerciales en una empresa?
Para Javier Martínez, docente de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, esto es perfectamente factible. "La mayoría de las aplicaciones para oficina, contabilidad o administración ha alcanzado un alto nivel de madurez", comenta. "De hecho, varios municipios las están adoptando, como la Junta de Extremadura en España, o Bonn en Alemania. En Latinoamérica, Brasil y Venezuela ya dan los primeros pasos", dice.
¿Amigos o enemigos?
Por años, Linux gozó la reputación de ser un sistema operativo estable y seguro... como una pesadilla de instalar y utilizar. Así nació una versión más amigable y parecida a Windows, que este año acompañará varios modelos de computadoras Dell: Ubuntu. Desde su sitio oficial ( www.ubuntu.com) puede descargarse la última entrega, u ordenar un CD a domicilio sin cancelar siquiera el envío.
Otro programa que promueve el código abierto es OpenOffice (es.openoffice.org), una suite de oficina alternativa a Microsoft Office. Está disponible para Windows y no sólo es capaz de editar archivos de Word, Excel o PowerPoint, sino también de exportarlos directamente a formato PDF.
Aún hay mucho sendero por andar, pero sin duda se han dado pasos importantes que contribuyen cada vez más a acortar las distancias en pro de una gerencia más dinámica, efectiva y eficaz.
Remitido por: Ubalda Rosario
Fuente: www.edicionesespeciales.elmercurio.com
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